El 22 de febrero de 1875 se inaugura el cementerio católico de Casas Viejas. Como tal, estuvo en funcionamiento más de cien años y es un símbolo de la historia del pueblo y de los Sucesos de Casas Viejas.
Las fotografías realizadas en el cementerio en 1933 fueron de las más famosas y utilizadas por los distintos medios de comunicación. Esta primera fotografía es de Serrano, del 13 de enero, realizada desde la tapia del cementerio, recoge una panorámica general. En ella se observan tres grupos de personajes; por un lado las autoridades, representadas por el alcalde pedáneo Juan Bascuñana, los guardias de asalto, guardia civil y de arbitrios. Por otro lado el personal sanitario, dos forenses, Joaquín Hurtado y Fismato Pérez Uclés, el médico de Casas Viejas, Federico Ortiz, el de la sección de la Cruz Roja de Jerez, Dr. De La Villa, el practicante Jesús Escobar y el estudiante de medicina local Alfonso Pérez-Blanco. Un tercer grupo está compuesto por los periodistas Sánchez del Pando, Gelán, Gil Gómez Bajuelo y Joaquín López San Miguel. El tercer plano corresponde para las víctimas. Al fondo el pueblo, se observa el cercado del cura, la calle San Juan y a lo lejos las dos grandes casas de la Alameda, la del propietario José Vela Morales y el cuartel de la Guardia Civil. Las otras fotos son una variante de esta primera. El anonimato y por tanto la poca significación de las víctimas queda patente.
El tratamiento de los cadáveres producidos por los Sucesos refleja la forma en que se han tratado éstos y su evolución en el tiempo. Los calcinados se llevan a la fosa común diez días después de los hechos y no aparecen en el archivo parroquial hasta 1945, en el que el cura de entonces, Padre Muriel, posiblemente, al hilo de un trámite administrativo se percata de que no están registrados y los anota en otra hoja. Durante toda la dictadura los restos de los muertos descansaron en una fosa común, en la zona no consagrada. En el año 78, se trasladaron los restos del viejo al nuevo cementerio, en el cual las incipientes ejecutivas de UCD y PSOE libraron fondos propios para pagar un nicho en el nuevo cementerio. Luego en 1993, ya con Ayuntamiento propio, se inaugura una lápida para las víctimas de los Sucesos de Casas Viejas. En la actualidad, todos los actos institucionales que se programan en torno a los Sucesos incluyen una ofrenda floral en el cementerio.
